Las telas como los tapices son empleados principalmente para poder renovar aquellos muebles que tienen muchos años, están fuera de moda o se encuentran rotos. Pero para que esta renovación sea exitosa la clave está en elegir la mejor tela, ¿Cómo lo hacemos?. Lo cierto es que antes de elegir un tejido, tenemos que tener en cuenta las características de cada espacio como también las propiedades de cada tela (resistencia, elegancia, acabados, etc).
Tipos de telas más empleados:
Brocado: este se caracteriza por ser muy resistente y nos ofrece hermosos dibujos en relieve de diversos colores, se emplea mayormente para tapicería y cortinas.
Chenille: este tejido está formado por hilos pequeños cortados que nos dan la sensación de estar tocando terciopelo. Habitualmente el chenille se obtiene de la mezcla de fibras sintéticas como naturales para así proporcionar resistencia. Podemos verlo en tapicería como cubrecamas.
Corderoy: este tejido está hecho bastones y canaletas de pelo cortado, estos bastones tienen la particularidad de ser gruesos o finos. Aunque vemos pantalones y camperas de corderoy, se utiliza mucho más en tapicería.